La noche del domingo 15 de mayo de éste año, tras una manifestación que exigía una democracia real, un grupo de personas decidió quedarse a dormir en la Puerta del Sol de Madrid como forma de protesta. No sabían lo que estaba a punto de desencadenarse con ese gesto, pero seguro que contarán a sus nietos “yo fui de los primeros que acampó en la Puerta del Sol la noche del 15 de mayo”.

 Todos sabemos lo que ha sucedido después, a pesar de los medios de desinformación de masas, y a partir de aquél día cada vez más ciudades se han sumado a las reivindicaciones que desde Madrid comenzaron a proyectarse a lo largo y ancho del mundo, y que habitaban en los corazones de las gentes, aunque todavía no habían decidido recorrer todos y cada uno de sus rincones.

Conocemos también la gran manifestación del 19 de junio en Madrid y la llegada a dicha ciudad el sábado 23 de julio de las personas que integraban las columnas procedentes de todos los rincones de la geografía española.

Todos estos son ejemplos de lo que ha sucedido en mi ciudad desde entonces, pero cualquier persona podrá aportar otros de lo que ha tenido lugar en cualquier pueblo o ciudad del planeta: desde Grecia hasta Estados Unidos, desde Italia hasta Alemania, desde Francia, Gran Bretaña o Israel hasta la hermana Sudamérica. En todos los lugares se protesta por lo mismo: basta ya de engaños de la clase política, basta ya de que el poder real sea el económico, basta ya de que las personas y sus problemas y preocupaciones no cuenten. Probablemente consideren que la crisis ha sido la culpable de todo esto, pero sólo en parte. Su comportamiento ha sido el mismo desde hace mucho tiempo, pero la actual coyuntura económica sólo ha puesto al descubierto sus mentiras, manipulaciones, cinismo e hipocresía. Se me caería la cara de vergüenza si llevara más de 4 años diciendo que no se puede hacer una reforma constitucional para que la ley electoral sea más equitativa, para que cada voto valga lo mismo, y luego en 15 días y de espaldas al pueblo la lleve a cabo con el objeto de no permitir que la deuda del país supere cierta cantidad. Para no alargarme explicando lo que esto significa, dejo aquí éste vídeo, que es muy ilustrativo.

 ¿Y a qué viene toda ésta parrafada? A que éste sábado 15 de octubre se ha preparado una movilización a nivel mundial. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros, queremos tener poder real de decisión sobre los asuntos que conciernen a nuestras vidas, no queremos que nos gobiernen los mercados. Yo éste sábado estaré en la convocatoria de Madrid, en alguna de las columnas que finalizarán en la simbólica Puerta del Sol. Yo voy, porque estoy harto de que nos tomen el pelo, estoy harto de los injustos desahucios que se están llevando a cabo, estoy harto de que quienes nos han llevado a ésta situación, no sólo no paguen por ello sino que, además de hacernos pagar a nosotros, se ven recompensados. ¡Basta!

 Piensa, reflexiona, comenta con la gente, busca tus motivos y únete. Tod@s somos un@: desde América a Asia, desde África a Europa. La gente se está levantando para reclamar sus derechos y pedir una auténtica democracia.

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Un comentario »

  1. miriam dice:

    ¡¡¡Me gusta mucho!!! Sigue así lo estas haciendo genial.

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